Sin duda, aquellas personas que tienen síndrome de Down afrontan desafíos y retos en su vida diaria. Pero esto no implica que se vean impedidos de alcanzar aquellos objetivos que se proponen para su vida. Lograr vivir su vida plenamente es un propósito absolutamente válido y lograble.
Pero, como todas las personas, resulta sumamente necesario dibujar ese horizonte planteándose un proyecto de vida. Este vendría a ser un plan en el que se describen los objetivos, los sueños y las aspiraciones de la persona que lo desarrolla. Pero, a su vez, establece cuáles son los pasos que debe realizar para lograr alcanzarlos.
En el caso de las personas con síndrome de Down este proyecto cobra real importancia determinante para su salud mental y mejorar sus relaciones interpersonales.
Si la persona con síndrome de Down logra establecer su proyecto de vida, será mucho más fácil poder trabajar junto a su familia y las instituciones que lo atienden para alcanzar dichos objetivos.
Además, al haber incrementado la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down, se vuelve aún más valioso que los profesionales que las atienden se planteen la necesidad de que determinen proyectos de vida a largo plazo. De este modo, podrán obtener una vida más feliz y saludable. Y a su vez, podrán alcanzar una mayor autonomía e independencia.
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¿Qué es un proyecto de vida?
Un proyecto de vida es un plan o un conjunto de objetivos que un individuo quiere alcanzar en su vida personal y profesional. Se la puede definir como:
- Una hoja de ruta que te guía para mantenerte centrado en tus aspiraciones y tomar decisiones informadas para lograr el resultado deseado.
- Se trata de un plan integral que tiene en cuenta las creencias, intereses, puntos fuertes y débiles de la persona, así como sus recursos. Es un proceso dinámico que se desarrolla con el tiempo, a medida que la persona crece y experimenta cambios.
- Se trata de una reflexión actual en la que la persona identifica sus puntos fuertes y débiles para definir su visión de futuro. Es esencial establecer objetivos realistas y alcanzables y desarrollar un plan de acción con pasos concretos para conseguirlos.
Practicar la ejecución de un proyecto de vida puede ser una ayuda realmente eficaz para que las personas puedan vivir una vida plena y alcanzar sus propósitos.
Pero siempre requiere de evaluar continuamente la fijación de objetivos y cómo planificamos las acciones. Este siempre es un proceso continuo que debe ser revisado y modificado periódicamente.
En el caso de las personas con síndrome de Down, estos proyectos deben ser evaluados conjuntamente por los familiares y profesionales que lo acompañan.
La triangulación del trabajo, se deberá enfocar en lo que a la persona le importa y deberá orientarse a trabajar para alcanzar las aspiraciones de la persona con síndrome de Down. Además, deberá someterse a evaluaciones y ajustes constantes que se vinculen con las necesidades del paciente.
¿Cómo se puede crear proyecto de vida?
1. Identificar los objetivos: para establecer un proyecto de vida, el primer paso es que la persona reconozca cuáles son sus objetivos. Es decir, debe responder a la pregunta sobre ¿Qué desea conseguir en su vida?
No es necesario que el deseo sea muy ambicioso, de hecho lo ideal es ir de las aspiraciones más fáciles hasta las más complejas. En el caso de las personas con síndrome de Down, es sumamente relevante que todos estos deseos sean presentados y evaluados por su equipo médico y los profesionales que atienden su salud mental. Estas metas pueden ser desde aprender una nueva habilidad o conseguir un trabajo.
El papel de la familia es trascendental, porque serán quienes lo acompañen diariamente y lo ayuden a delinear el camino para alcanzar sus deseos.
2. Desglosar los objetivos: como comentamos, es preciso dividir en pasos más pequeños y manejables los objetivos. Esto permitirá que la persona tenga más definido el recorrido que debe realizar para alcanzar la meta. Además, mientras va cumpliendo los objetivos, la persona sentirá que avanza.
Esto es esencial para cualquiera, pero sobre todo para quiénes tienen síndrome de Down porque, generalmente, la frustración puede paralizar su progreso.
3. Elaborar un calendario: es necesario establecer tiempos estimativos para lo que se quiere conseguir. De este modo, los objetivos no perderán fuerza y, tanto la persona como el equipo que la acompaña, podrán mantenerse enfocadas en lo que se propusieron.
Respecto a este punto, es importante remarcar que no todos los objetivos pueden tener un tiempo límite. Algunos, como por ejemplo conseguir trabajo, estan condicionados a factores externos.
5. Celebrar los éxitos: las personas con síndrome de Down requieren fortalecer su autoconfianza. En este sentido, su entorno es fundamental.
Si su familia y amigos celebran junto a él o ella cada progreso que realiza, será más fácil que mantenga la motivación para alcanzar todos sus objetivos a largo plazo.