¿Por qué mi hijo con síndrome de Down tiene problemas de conducta?

Los problemas de conducta son un problema generalizado durante toda la infancia. Según los expertos, 1 de cada 10 niños experimenta comportamientos perturbadores que justifican un diagnóstico profesional.

Los problemas de conducta tienden a ser aún más frecuentes en los niños diagnosticados de síndrome de Down: aproximadamente uno de cada tres presenta un comportamiento problemático, lo bastante significativo como para ser motivo de preocupación. Esto puede crear dificultades tanto para ellos comopara sus familias.

A continuación, junto a nuestra colaboradora María Stroman, te enumeramos algunas razones por las que suelen tener problemas de conducta: 

  1. Problemas de comunicación

Cuando a las personas les cuesta transmitir o comprender los mensajes de los demás, a menudo se sienten frustradas. Este reto es especialmente frecuente entre los niños con síndrome de Down.

  1. Problemas para controlar los impulsos

Los niños con síndrome de Down no suelen reconocer las “señales de alto” que indican que no deben comportarse de determinada manera.

  1. Problemas para relacionarse con otros niños y adultos

Un gran número de niños con síndrome de Down son conocidos por su personalidad amable y afectuosa. Sin embargo, con frecuencia pueden carecer de la capacidad de interactuar eficazmente con sus compañeros de forma lúdica. Esto puede ser muy molesto para ellos.  Ya hemos establecido que los niños con síndrome de Down tienen motivos para experimentar frustración. 

Tu estilo de crianza no fue la causa de estos problemas, pero aún hay oportunidades para un cambio positivo. Con unos pocos ajustes, puedes tener un impacto significativo.

Es probable que ya estés haciendo muchas cosas eficazmente como madre o padre. Continúa haciendo lo que funciona e intenta mejorar el estilo de crianza con las recomendaciones que te realizamos a continuación: 

  • Sea coherente

Los comportamientos pueden mostrar cambios rápidos, sin embargo, los cambios duraderos son mucho más arduos de lograr, por lo que es necesario crear  un plan pragmático.

  1. No pierdas de vista los objetivos a largo plazo

Aplicar ciertos cambios ahora puede tener un impacto significativo en el futuro de tu hijo (como su nivel de vida independiente y su capacidad para trabajar), aunque no observes mejoras importantes inmediatas. Tener esto en cuenta puede ayudarte y ayudarlo a superar las frustraciones cotidianas.

  1. El comportamiento es una forma de comunicación

La conducta de un niño, por muy desafiante que sea, puede darnos una idea de que carece de las habilidades necesarias, experimenta malestar físico, se siente frustrado o comunica mensajes vitales.Tener en cuenta que tu hijo está intentando comunicar algo puede ayudar con el comportamiento difícil.

  • Misma idea pero con un enfoque distinto

Aplica el mismo enfoque que utilizarías con cualquier otro niño y modifícalo según sea necesario. Numerosas técnicas de comportamiento que tienen éxito con la mayoría de los niños también son eficaces con los que tienen síndrome de Down.

Todo lo que tienes que hacer es aprender a utilizarlos de una forma que se adapte a tu hijo. No están solos, ya que los profesionales sanitarios, el sistema escolar y los recursos están disponibles para proporcionarles servicios y apoyo.

Poner en práctica estas técnicas puede contribuir a mejorar el comportamiento de tu hijo. Puedes experimentar sin esfuerzo con algunas ideas por ti mismo, pero, en cuanto a otras, buscar la ayuda de un profesional podría ser beneficioso.

Tu pediatra puede hablar contigo de cualquier problema de comportamiento que pueda tener tu hijo y puede ayudarte a descartar causas médicas como la falta de sueño.El médico de tu hijo también puede remitirte a un profesional de la salud mental, como un psicólogo, un psiquiatra o un trabajador social.

Concertar una consulta con un profesional cualificado y experto puede ofrecer una valiosa perspectiva de las necesidades particulares de tu hijo y proporcionar métodos de intervención eficaces. Esto puede abarcar diversos factores que influyen en la conducta de tu hijo, como los métodos y la calidad de la comunicación, la aptitud cognitiva, los estudios académicos, el entorno del aula y el bienestar social y emocional.

  • Mantenga una actitud positiva

Generalmente, estos niños precisan de métodos de disciplina y control del comportamiento distintos de los de sus compañeros neurotípicos. 

Sin embargo, esta comprobado que las formas tradicionales de disciplina, como el castigo o el tiempo fuera, nos son eficaces. 

Al contrario, nadie duda de que sí son  técnicas exitosas en la crianza las  de refuerzo positivo que sirven para promover buenas conductas en los niños con síndrome de Down.

Este tipo de refuerzo consiste en recompensar los comportamientos deseados con elogios, atención  tangibles, como pegatinas o juguetes pequeños. 

Estas deben combinarse con otras formas de apoyo, como rutinas estructuradas y adaptaciones a las necesidades individuales del niño. Con una combinación de refuerzo positivo y apoyo individualizado, los niños con síndrome de Down pueden prosperar y alcanzar todo su potencial. Por tanto, mantén siempre una actitud positiva y explora otros medios antes de recurrir a la disciplina

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