Niños con síndrome de Down y el comportamiento agresivo

Es común ver en la vía pública o lugares de común encuentro a pequeños que tienen rabietas o se ofuscan con sus padres, generando una situación incómoda que rápidamente debe ser apaciguada por los cuidadores.

Pero cuando este tipo de comportamiento se presenta en un niño con síndrome de Down el  problema es aún más complejo y precisa de un enfoque único o distintos al habitual con los pequeños neurotipicos. 

Muchas veces las personas descartan este comportamiento en los niños con síndrome de Down porque lo consideran parte de la afección, o bien, parte una escena para “llamar la atención”. 

Sin embargo, en el caso de estos pequeños hay muchísimos otros factores que pueden contribuir a que se produzcan este tipo de comportamientos desafiantes. 

Aquí, junto a nuestra colaboradora María Stroman, de la ONG “Creando Luz”, exploraremos cuáles son las reales causas detrás de la agresividad en los niños con síndrome de Down. 

Y así mismo, intentaremos proponer algunos consejos que pueden servir tanto a padres como a cuidadores para manejar la situación. 

Para acercarnos a una comprensión de las acciones agresivas precisamos hurgar en la raíz desde la que nace esa actitud. Así, estaremos un paso más adelante para poder empezar a explorar estrategias que nos permitan manejarlo. 

Lo primero que debemos hacer es reconocer que posiblemente estos problemas de conducta se vinculan a la frustración o malestar que les genera a estos pequeños los retos físicos y cognitivos únicos, como retrasos en el habla y en el desarrollo motor. 

¿Cuál es la relación entre el síndrome de Down y el comportamiento agresivo?

Existen distintos puntos de vista que pueden llegar a proporcionarnos un intento de explicación del porqué se da este vínculo. 

Uno es aquel que explica que los niños con síndrome de Down pueden ser más propensos a experimentar ansiedad, dificultades para regular sus emociones y problemas de procesamiento sensorial. En consecuencia, esto podría ser lo que causa la agresión. Así mismo, desde esta teoría los niños con síndrome de Down al tener dificultades para comunicar sus necesidades y deseos se sienten más frustrados. Este último sentimiento es el que desencadenaría la ira. 

Así mismo, algunos medicamentos utilizados para tratar otras afecciones comunes en los niños con síndrome de Down (como problemas de tiroides o trastornos convulsivos) que pueden despertar emociones negativas. 

Subrayamos la idea que no todos los niños con síndrome de Down muestran esta manera de actuar. Sin embargo, si su hijo lo hace es importante buscar ayuda profesional.

Un terapeuta o consejero puede trabajar con usted y su hijo para identificar la causa detrás de la agresividad y desarrollar un plan de tratamiento. Puede existir algún tipo de problema médico o psicológico que pueda estar contribuyendo al mal comportamiento y que sólo podrá ser observado por un profesional. 

Además, la mala conducta de los niños con síndrome de Down también puede ser un signo de una afección médica subyacente, como un trastorno del sueño o un problema intestinal. Por lo tanto, se requiere que los padres y cuidadores hablen con un médico si su hijo muestra algún signo de agresividad. 

Características del comportamiento agresivo en niños con síndrome de Down 

Este comportamiento, generalmente, se caracteriza por arrebatos no provocados, insistencia en hacer las cosas a su manera, golpear o morder a otros y frustrarse con facilidad. La agresividad de este estilo suele observarse, sobre todo, en niños que tienen dificultades para comunicar sus deseos y necesidades. 

Mientras que algunos se comportaran así solo ocasionalmente,  otros pueden expresarlos de más habitualmente.

Algunas estrategias para abordar esta problemática incluyen las siguientes estrategias: 

  1. El refuerzo positivo
  2. El desarrollo de un sistema de comunicación
  3. La comprensión de los desencadenantes del comportamiento
  4. La provisión de estructura y coherencia
  5. La reorientación de los comportamientos negativos
  6. Asegurarse de que su hijo dispone de salidas adecuadas para su energía y estrés: estas actividades pueden ser sugeridas y/o supervisadas por un equipo profesional. 

Formas de tratar a un niño con síndrome de Down agresivo 

Si te gustaría que tu hijo reduzca o elimine este tipo de comportamientos, lo primero que debes tener en cuenta es que no debes tomar represalias. Luego, puedes seguir las siguientes sugerencias: 

  • Proporcionarle una salida segura para su agresividad (Ejemplo, un saco de boxeo). Además, lo fundamental es hacerle saber que está bien estar enfadado, pero que pegar a la gente no es aceptable. 
  • Enseñarle un lenguaje de signos básico, lo que lo ayudará a disminuir la frustración de no poder comunicar sus necesidades. 
  • Recordar que los niños con síndrome de Down siguen siendo niños y cometerán errores. No debemos ovlidarnos darles cariño y apoyo incluso cuando se comportan agresivamente. Con paciencia y comprensión, puede ayudar a su hijo a aprender a afrontar su agresividad de un modo más saludable. 

No nos olvidemos que la agresividad en los niños con síndrome de Down rara vez es intencionada. 

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