La depresión es algo más que experimentar tristeza o sentirse decaído durante un periodo de tiempo. Y afecta a las personas con síndrome de Down con la misma frecuencia e intensidad que a la población general.
Existe una variedad de síntomas, unos más frecuentes que otros, que perduran durante al menos dos semanas y a menudo durante más tiempo.
La depresión puede haber surgido rápidamente o haberse desarrollado a lo largo de muchos meses, y se caracteriza con los siguientes síntomas en las personas con Síndrome de Down:
- Experimentar sentimientos de tristeza o infelicidad y expresarlos mediante lágrimas y llanto.
- Pérdida de peso
- Abstenerse de sonreír o reír.
- Disminución del apetito.
- Mal humor, irritabilidad e ira.
- Pérdida de confianza y autoestima
- Inquietud
- Sentimientos de culpa
- Pérdida de energía, agotamiento y pereza.
- Autolesiones
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Falta de interés y estreñimiento.
- Reducción de la comunicación y la interacción, así como alejamiento de los seres queridos y conocidos.
- Aumento de la ansiedad
- Susurrar/hablar en voz baja
- Desarrollo de obsesiones o compulsiones
- Se vuelven evitativos al contacto visual
- Síntomas como dolores corporales recurrentes, dificultades respiratorias, náuseas, erupciones cutáneas, micción frecuente y diarrea que no muestran una causa física identificable.
- Introspección, falta de concentración, falta de respuesta.
- Menos concentración, incapacidad para terminar tareas o actividades.
- Disminución de las capacidades de autocuidado, autonomía y espontaneidad.
Cómo se diagnostica la depresión en las personas con síndrome de Down
Durante un reconocimiento médico, evaluar el estado mental y emocional de una persona mediante una autoevaluación es un procedimiento habitual en la población general. Sin embargo, esto no es fiable para las personas que tienen síndrome de Down, ya que su discapacidad de aprendizaje afecta a su modo de pensar y de expresarse. Para ellos, será necesario más que una evaluación psicológica estándar para diagnosticar la depresión.
Generalmente, a cualquier persona se le realiza una evaluación médica precisa y exhaustiva del paciente implica la recopilación de un amplio historial médico, la realización de una exploración física completa, la realización de análisis de sangre y una evaluación de la salud mental.
En el caso estas personas con síndrome de down, será fundamental contar con informes fiables de los testigos más cercanos que puedan observar su comportamiento: padres, hermanos, familiares cercanos o cuidadores.
Qué puedes hacer para ayudar a las personas deprimidas con síndrome de Down
La depresión es una afección mental que puede tener graves incidencias en la vida de la persona, muchas veces puede desembocar en un hecho trágico. Pero, a su vez, es un gran impedimiento para poder desarrollarnos socioemocionalmente.
Si crees que tu hijo, hija, hermana o amigo con síndrome de Down esta atravesando esta situación, es importante que actues con rápidez. A continuación, junto a María Stroman de la fundación “Creando Luz”, te comentaremos algunos puntos fundamentales que debes tener en cuenta al momento de ayudar a alguien en esta situacion:
- Solicita ayuda. Sentirse deprimido sólo por tener síndrome de Down no es algo normal, ni debería serlo.
- Ten paciencia y recuérdate que la depresión es una enfermedad que puede mejorar con el tratamiento y el apoyo adecuados.
- Asegúrate de que la persona tome la medicación antidepresiva que le hayan recetado
- Fomenta hábitos adecuados de alimentación y bebida en él o ella.
- Toma conocimiento de cuáles son sus efectos secundarios de la medicación que se le dará a tu hijo, hermano o amigo con síndrome de Down.
- Ayúdale a expresar sus emociones y comunicar lo que le pasa.
- Dale tiempo suficiente para que se exprese, escucha atentamente y utiliza un lenguaje directo.Las señales visuales, como símbolos, imágenes y dibujos, pueden ayudar a las personas a reconocer y comunicar sus emociones
- Fomenta y apoya las rutinas familiares que ayuden a la persona a la que apoyas a sentirse cómoda.
- Anima al individuo a participar en las actividades que antes le gustaban.
- Ten en cuenta que tu apoyo y tu ánimo pueden encontrar obstáculos, debes ser muy comprensivo.
- Proporciona oportunidades fáciles para alcanzar que él o ella alcance el éxito o tenga logros en los ámbitos de su vida que le resulten interesante.
- No pases por alto tus propias necesidades: vivir con una persona deprimida puede ser extremadamente agotador.
- Mantener conversaciones con otros cuidadores similares puede ser útil, así como tomarse descansos frecuentes.
Los familiares de una persona depresiva, muchas veces, no pueden entender por qué ella o él se encuentra “infeliz” o se comporta de esa manera tan “descuidada consigo mismo/a” o “desinteresada”. En una sociedad de “positividad tóxica” en dónde pareciera que el mundo nos exige, que siempre nos sintamos bien, no hay lugar para conectar con la tristeza propia o ajena.
Si a esto le sumamos que el mito popular es que las “personas con síndrome de Down son siempre alegres”, se genera una situación en la que muchas veces se puede llegar a invisibilizar más la depresión en estas personas, pensando que es “algo transitorio” o que “buscan llamar la atención”.
Es importante recordarle a las familias que esto no sucede a causa de su forma de cuidado, no tienen la culpa de lo que sucede. La “depresión” es un cuadro mental común en personas con o sin discapacidad. Lo importante es que usted, al identificar la situación, se ocupe de avocar sus esfuerzos en ayudar a su ser querido con síndrome de Down a superar este momento.