Cuando un niño tiene síndrome de Down, asume en su cotidianeidad retos distintos a los niños neurotipicos. Estos desafíos se presentan sobre todo cuando deben integrarse socialmente.
En este sentido, es sumamente importante que jueguen en sus casas porque esta es una actividad que no solamente los divierte. Si no que, a su vez, les proporciona distintos beneficios sociales, emocionales y cognitivos que pueden ayudarlos en el mundo exterior. Además, usando el juego pueden:
- Aumentar sus habilidades motoras
- Perfeccionar su coordinación y su equilibrio.
- Mejorar sus habilidades lingüísticas
- Optimizar su comunicación porque aprenden a expresarse mediante el juego y a interactuar con los demás.
- Aprenden a regular sus emociones y desarrollar la empatía.
Por otra parte, al jugar estos niños participan de actividades lúdicas que los obligan a pensar y resolver problemas. Esto los ayuda a aumentar sus capacidades cognitivas como la atención, la resolución rápida y la memoria.
Además, el juego incrementa su confianza y autoestima. Porque le enseña nuevas habilidades y, se demuestran a sí mismos, que pueden superar lo que antes creían que era un límite.
El juego es el entorno más seguro y propicio para que ellos crezcan, aprendan y se diviertan. Si buscamos incentivar esta actividad, lograremos que ellos alcancen una vida feliz y plena. A su vez, podrás estrechar lazos y ayudarlos a desarrollar sus capacidades cognitivas y sociales.
En la siguiente lista, te elaboramos, junto a nuestra colaboradora María Stroman, 20 ideas de juego que puedes compartir con un niño con síndrome de Down:
1.Haz un cubo sensorial llenándolo de texturas y objetos variados para que tu hijo los explore.
2.Juega al “veo-veo” motivando a que tu hijo explique los objetos de colores dispersos por toda la casa.
3. Puedes crear torres utilizando bloques y destruirlas.
4. Participa en el juego de las escondidas, e intercambia roles: que en algunos momentos él cuente y te escondes (o viceversa).
5. Haz una búsqueda del tesoro con objetos para encontrar por la casa.
6. Participa en juegos de disfraces y asume diversos papeles.
7. Juega en tu patio con otros familiares a deportes en equipo como el vóley o fútbol.
9. Proponle a tu hijo juegos de mesa que fomenten la interacción social y el pensamiento crítico.
10. Crea una lista de reproducción de música y bailen juntos.
11. Juega con burbujas y sugiere que las persiga.
12. Genera un recorrido sensorial en tu casa que abarque varios tipos de texturas y superficies.
13. Crea una botella sensorial utilizando purpurina y diversos objetos.
14. Diviértete con él o ella jugando con la arcilla e ideando diversas formas y diseños.
15. Organiza una fiesta del té con ositos de peluche y muñecas.
16. Anímalo a jugar con el agua en la bañera, o instala una pequeña pileta de niños en tu patio.
17. Construye un castillo o una carpa con mantas y almohadas.
18. Diviértete jugando con una pelota y ayúdalo a trabajar su habilidad para atraparla y lanzarla.
19. Puedes entrenar y mejorar sus habilidades de equilibrio enseñándole a jugar con una tabla de equilibrio.
20. Involucra en sus juegos a los imanes e investiga diversos objetos magnéticos que puedas mostrarle.
Qué cosas evitar cuando jugamos con una persona con sindrome de Down
Jugar con alguien que tiene síndrome de Down puede ser una experiencia agradable y gratificante para las dos personas implicadas. Sin embargo, debemos estar alerta de evitar ciertas cuestiones mientras se juega, de manera que podamos garantizar una experiencia positiva para todos.
A continuación, María Stroman nos indica algunas cosas que debes tener en cuenta cuando juegues con alguien que tiene síndrome de Down:
1. Evita utilizar un lenguaje o unas instrucciones complejas. Mantén las cosas sencillas y fáciles de entender para que las personas con síndrome de Down puedan participar plenamente en el juego.
2. No seas condescendiente o paternalista. Respeta y trata con dignidad a las personas con síndrome de Down, y abstente de hablarles con desprecio.
3. Procura no precipitarte en el juego o la actividad. Concede tiempo suficiente a las personas con síndrome de Down para que procesen y comprendan lo que está ocurriendo. Permitirles avanzar a su propio ritmo garantiza unos resultados óptimos.
4. No aísles a la persona con síndrome de Down. Asegúrate de que se sientan incluidos y parte del grupo, al tiempo que animas a los demás a relacionarse con ellos.
5. No des por sentado que una persona con síndrome de Down es incapaz de hacer determinadas cosas. Ofrécele oportunidades de probar y participar en diversas actividades, y muéstrate dispuesto a modificar el juego o la actividad en función de sus capacidades.
María Stroman indica que si tienes en cuenta las cosas que debes evitar al interactuar con una persona con síndrome de Down, puedes contribuir a proporcionar una experiencia positiva e integradora para cada uno de los participantes del juego.