¿Cómo podemos acompañar a un niño con trastornos del espectro autista (TEA)?

Acompañar a un niño con trastornos del espectro autista a través de sus actividades cotidianas puede ser un desafío. Sin embargo, los niños con esta condición suelen llevarse muy bien con los horarios y las rutinas estructuradas. Les gusta saber exactamente qué esperar y qué ocurrirá. Sin embargo, la vida puede ser impredecible y a veces tienen que adaptarse a cambios en su rutina diaria. Esto puede generar alteración y desconcierto, pero hay formas de ayudarlos a afrontar estos cambios.

En esta nota repasamos algunos consejos que pueden ayudarle en el acompañamiento de un niño con TEA, sobre todo si se presentan cambios impredecibles.

¿Qué estrategias son útiles al momento de interactuar con un niño autista?

A continuación, María Stroman, de la fundación “Creando Luz”, que trabaja con personas neurodivergentes, recomienda una serie de estrategias que debemos seguir para acompañar a un niño con autismo:

  1. Anticipar posibles cambios

Una estrategia consiste en comunicarles los cambios de horario con antelación. Si sabes que tiene cita con el médico después de comer o que vas a salir a cenar en familia en vez de comer en casa, díselo con antelación. Háblales de lo que pueden esperar y responde a cualquier pregunta que puedan tener. Utilizar un cuento social puede ser una buena manera de explicar el cambio de forma visual. Utiliza imágenes y términos fáciles de entender para hablar de lo que va a ocurrir. También puede practicar cómo ir a un lugar nuevo o hacer una actividad antes de que ocurra. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad o el estrés relacionados con actividades nuevas o diferentes.

  1. Emplear imágenes en nuestra comunicación con ellos

Crea un horario visual que puedas ir ajustando. Su hijo puede ver con antelación lo que está por venir y esto puede recordarle lo que debe hacer. Cambiar de vez en cuando las cosas e introducir nuevas actividades puede ayudarles a ser más flexibles y adaptables.

  1. Dedicar tiempo extra

Si el cambio se produce de forma inesperada, ten en cuenta que tu hijo necesitará algo más de tiempo para adaptarse. Procura tener paciencia y utilizar estrategias que le ayuden a calmarse y a volver a concentrarse. Tenga a mano su juguete favorito para que se tranquilice. Además, intente tranquilizar desde lo que dice, validando sus preocupaciones, y redirigiéndolos hacia lo que usted quiere que hagan. Recuérdales que ya han hecho esto antes, o algo parecido, y que todo salió bien.

  1. Mantenerse positivo

Elogie a su hijo cuando haga bien las cosas, aunque parezcan insignificantes. Dígale lo bien que lo ha hecho y recuérdele que puede hacerlo. Es importante que mantengas la calma y el ánimo para que se sientan más relajados. Como cualquier otra persona, los niños con trastorno del espectro autista suelen responder bien al refuerzo positivo. Eso significa que cuando les elogie por los comportamientos que hacen bien, beneficiará su autoestima y reforzará la confianza sobre ellos mismos. Sé específico, para que sepan exactamente qué te ha gustado de su comportamiento. Busca formas de recompensarles, ya sea con más tiempo de juego o con un pequeño premio, como una pegatina.

  1. Respetar la constancia y los horarios 

A las personas con espectro les gustan las rutinas. Asegúrese de que reciba orientación e interacción constantes para que pueda practicar lo que aprenden en la terapia. Esto puede facilitar el aprendizaje de nuevas habilidades y comportamientos, y ayudarle a aplicar sus conocimientos en distintas situaciones. Habla con sus profesores y terapeutas y trata de alinearte con un conjunto coherente de técnicas y métodos de interacción para que puedas llevar a casa lo que están aprendiendo.

  1. Programar actividades lúdicas 

También ofrezca actividades que sean solo de diversión, o esparcimiento. Ésto puede ayudar a distender la relación y motivar a tu hijo a abrirse y conectar contigo.

  1. Acompañar a tu hijo en sus actividades cotidianas

Si el comportamiento de tu hijo es impredecible, puede que te parezca más fácil no exponerle a determinadas situaciones. Pero llevarle a hacer tareas cotidianas, como ir a la compra o a la oficina de correos, puede ayudarles a acostumbrarse al mundo que les rodea.

  1. Buscar apoyo y contención 

Ya sea en línea o cara a cara, el apoyo de otras familias, profesionales y amigos puede ser de gran ayuda. Crea un grupo de amigos y familiares que entiendan el diagnóstico de tu hijo. Las amistades pueden ser difíciles y tu hijo necesitará apoyo para mantenerlas. Los grupos de apoyo pueden ser una buena forma de compartir consejos e información y de conocer a otros padres que se enfrentan a retos similares. También puede ser útil el asesoramiento individual, matrimonial o familiar. Piense en lo que podría hacerle la vida un poco más fácil y pida ayuda.

No siempre puedes anticiparte a los cambios, pero puedes poner en marcha estrategias que te ayuden a afrontarlos cuando se produzcan. Practicar la adaptación a nuevas actividades o lugares puede ayudar a tu hijo a ser más flexible y abierto al cambio. ¡Esperamos que te hayan gustado nuestros consejos para acompañar a un niño con autismo!

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