¿Cómo podemos hacer que el aula sea un entorno más amigable para los estudiantes con Síndrome de Down?
En esta nota repasaremos algunos consejos para pensar el plan de estudios de las personas con Síndrome de Down.
Si bien cada individuo se desempeña de una manera distinta, existen algunos consejos de expertos que pueden serle útil al momento de acompañar a un estudiante con esta condición.
Muchas de estas sugerencias pueden ayudar en el proceso de aprendizaje para que el alumno pueda aprender el contenido obligatorio y al mismo tiempo destacarse en sus fortalezas.
Realizar modificaciones en el plan de estudios es importante en varios sentidos. Por una parte, resulta esencial para que los estudiantes con Síndrome de Down aprendan los contenidos básicos según el año que cursen. Y por otro lado, son importantes para que los alumnos puedan generar un sentido de pertenencia con la institución educativa. A su vez, encontrarse con sus fortalezas contribuirá a a desarrollar su autoestima.
A continuación, se repasarán algunos de los beneficios que estos cambios en el modelo de aprendizaje aportan a los estudiantes.
La importancia de un plan de estudios “a medida”
Las adaptaciones en el plan de estudios hacen posible que los alumnos con Síndrome de Down avancen en la escolarización de forma activa.
Los ajustes efectuados sobre el modelo de aprendizaje estandarizado, proporcionan a la comunidad Síndrome de Down la ventaja de cultivar los conocimientos y habilidades sociales necesarios para integrarse en la sociedad según su propio ritmo.
A su vez, participar de forma proactiva en las distintas actividades educativas eleva su autoestima y, fomenta la independencia.
Algunos recursos útiles que pueden ayudar en el acompañamiento
A continuación, ofrecemos un listado de algunos recursos que según María Stroman, fundadora de la organización “Creando Luz”, pueden ser de ayuda a la hora de pensar en adaptar la currícula escolar:
- Materiales didácticos adaptados: se trata de numerosas herramientas que pueden transformar la forma en que los niños con síndrome de Down aprenden. Pueden ir desde software educativo, hasta libros con ilustraciones para favorecer la comprensión visual del contenido.
- Herramientas tecnológicas: las pizarras inteligentes se han instalado con mucho éxito en aulas de primaria. Demostraron ser una gran ayuda visual para los alumnos con síndrome de Down. Se pueden crear lecciones que permitan a los alumnos mover objetos con los dedos y dibujar líneas para conectar sonidos o imágenes con palabras correlativas y utilizar un ratón para adquirir destrezas motoras finas.
- Programas de apoyo y capacitación: Los educadores pueden acceder a programas específicos de apoyo y formación dedicados a las adaptaciones curriculares. Estos programas suelen proporcionar una planificación, material didáctico y estrategias pedagógicas para aplicar en el aula. Además, dan la oportunidad de establecer contactos con otros profesionales competentes y de compartir experiencias.
- Colaboración con profesionales de apoyo: La consulta con otros profesionales, tales como terapeutas ocupacionales, logopedas y psicólogos, pueden brindar orientación especializada.
Estos recursos y herramientas, pueden funcionar para los educadores como un punto de inicio en el planeamiento de adaptaciones curriculares. Las mismas pueden mejorar la implementación de adaptaciones curriculares y promover un aprendizaje inclusivo y significativo para los estudiantes con síndrome de Down.
Estrategias prácticas que podemos implementar en el aula
A continuación, presentamos algunas estrategias que, según María Stroman, han demostrado ser eficaces en el acompañamiento de los estudiantes con esta condición:
- Adaptaciones al nivel de contenidos: como vimos en el punto anterior, es importante adaptar el plan de estudios para que se ajuste a las necesidades individuales de cada estudiante. Esto implica simplificar el contenido, utilizar materiales visuales y concretos, y proporcionar apoyo adicional para comprender y procesar la información. Se puede incluir el empleo de tecnología de asistencia para mejorar la comprensión y facilitar el contenido.
- Aprendizaje basado en diferentes sentidos: El modelo de aprendizaje tradicional impone el modelo del libro en la mano, pero existen otras formas de aprender. La vista no es el único medio de entrada de la información. Algunos expertos recomiendan involucrar otros sentidos en el aprendizaje de los estudiantes con síndrome de Down, como el tacto, la vista y el oído. Las imágenes, la música y las actividades prácticas pueden contribuir en el aprendizaje de contenido complejo.
- Instrucción individualizada: se requiere de una adaptación de las actividades y tareas según el nivel de habilidad y ritmo de aprendizaje de cada estudiante.
La fundadora de “Creando Luz”, María Stroman insiste sobre este punto al destacar que “no existe un paquete de estrategias predefinidas o de adaptaciones universales que se puedan llevar a cabo sobre la currícula del estudiante con Síndrome de Down”. Más bien, lo que se busca, según Stroman, “es encontrar la manera más eficiente para que cada alumno aprenda en función de sus habilidades y fortalezas individuales”.
- Trabajo en equipo y colaboración: crear un entorno de apoyo y fomentar el éxito educativo de los alumnos con síndrome de Down depende de la colaboración de profesores, profesionales y cuidadores. Compartir información, establecer objetivos unificados y trabajar juntos para elaborar planes de aprendizaje personalizados ayudará a garantizar experiencias educativas ricas y adaptadas a cada alumno.
Estas estrategias pedagógicas efectivas pueden servir a modo de guía o consejo y contribuir significativamente a mejorar el aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes con síndrome de Down, brindándoles las herramientas y el apoyo necesarios para alcanzar su máximo potencial académico y personal.