Estableciendo relaciones positivas entre hermanos: consejos para familias con niños con Síndrome de Down.

Las relaciones entre hermanos son vínculos muy significativos en la vida de todas las personas. Cuando hablamos de niños con Síndrome de Down, la relación con sus hermanos puede ser determinante, por ejemplo, en su socialización. Este vínculo ofrecerá una instancia familiar para poner a prueba sus habilidades sociales con el resto de las personas.

 Puede que en el vínculo entre hermanos se cultive la semilla de una posterior integración a la comunidad. La relación con los hermanos es uno de los vínculos más importantes para el correcto desarrollo de la persona con Síndrome de Down para alcanzar una plena integración en la sociedad.

En esta nota, te ofrecemos algunas sugerencias prácticas para que tengas en cuenta en el caso de que busques estimular en tu familia una interacción saludable y comprometida hacia el niño con síndrome de Down

 Fomentando la comprensión y el apoyo mutuo

Es fundamental que los hermanos de un niño con Síndrome de Down comprendan las particularidades de esta condición y desarrollen empatía hacia su hermano. Esto es una tarea que puede resultar dificultosa y requiere de mucha asertividad y esfuerzo por parte de los padres o tutores.

Sin embargo, trae muchos beneficios porque al crear un entorno de comprensión y aceptación, se sientan las bases para una relación sólida y significativa entre los niños. Además, se fomenta el respeto hacia las diferencias individuales y se promueve un sentido de colaboración y trabajo en equipo en la familia. A continuación, algunos consejos:

  1. Promover la comunicación abierta y el diálogo familiar

Es importante generar una dinámica familiar en la que todos sus miembros se sientan una parte activa de la misma, pudiendo expresar sus sentimientos y pensamientos. Una comunicación abierta y sin prejuicios ayuda a construir la confianza y lazos entre los hermanos. Se recomienda que cada miembro de la familia tengo momentos para expresarse y comentarle al resto de los miembros cómo se siente.

  1. Educar a los hermanos sobre el Síndrome de Down y fomentar la empatía

Brindar información clara y precisa sobre el Síndrome de Down a los hermanos es fundamental para que comprendan las características y necesidades de su hermano. Recomendamos explicaciones claras y concisas, de acuerdo a la edad de los niños. Trata de explicarles qué es el Síndrome de Down y cómo puede influir en la vida de su hermano.A su vez, promueva la empatía alentándolos a ponerse en el lugar del otro y a comprender las dificultades que su hermano pueda experimentar.

  1. Establecer expectativas realistas y equitativas

Es importante establecer expectativas realistas y equitativas para cada miembro de la familia, teniendo en cuenta las capacidades individuales de cada uno. Evita comparaciones entre los hermanos y valora los esfuerzos y logros de cada uno en su propio contexto. Reconoce y celebra los logros de cada hermano, resaltando sus talentos y habilidades únicas. Al establecer expectativas realistas y equitativas, se fomenta un ambiente de respeto mutuo y se evitan sentimientos de resentimiento o frustración.

 Creando oportunidades para el juego, la diversión y la participación

Además de fomentar el diálogo comprensivo, María Stroman, de la ONG “Creando Luz”, afirma que la dinámica familiar también se puede beneficiar con situaciones lúdicas y recreativas como paseos, salidas, visitas, juegos, entre otras. Fomentar el juego inclusivo y participativo y planificar actividades familiares que involucren a todos los hermanos son maneras exitosas de promover una buena relación entre hermanos.

  El juego es una forma poderosa de conectar a los hermanos y fortalecer su relación. Busca juegos y actividades que se adapten a las capacidades de cada hermano, haciendo ajustes y modificaciones según sea necesario. 

Durante el juego, intente promover la colaboración y el intercambio de roles, para que todos los participantes de la familia disfruten de la experiencia del juego o de la actividad familiar. Los momentos de paseo o esparcimiento en familia son muy especiales para la dinámica del grupo.

“La planificación de actividades familiares, como paseos a pie o en bicicleta, salidas al parque, visitas a museos o los juegos de mesa, brindan la posibilidad de disfrutar y generar una dinámica familiar que implica compartir y poner en común con otros” afirmó Stroman, fundadora de “Creando Luz”.      

  Al momento de elegir las actividades familiares, Stroman recomienda tener en cuenta las preferencias de todos los miembros del grupo familiar, para que nadie se sienta excluido. Durante el transcurso de la actividad familiar, la supervisión de los adultos deberá encargarse de que todos participen activamente. Es importante destacar que todos pueden aportar algo distinto a la dinámica de la familia. Por ejemplo, algunos pueden ayudar a preparar la comida, mientras otros cuentan cuentos o historias, y todos escuchan. Lo que se busca con estas actividades en familia es desestructurar el vínculo y brindar un espacio de esparcimiento y distensión.

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